la historia de la torre
El castillo de Termes d'Armagnac es un monumento típico de la arquitectura gascona del siglo XIII. Probablemente construido por Roger I de Armagnac Termes a mediados del siglo XIII, este vasto palacio medieval gascón fue construido en los "términos" del condado de Armagnac para afirmar su poder y proteger sus fronteras contra el conde de Bigorre. De hecho, el período está marcado por numerosos conflictos entre los protagonistas de la nobleza local.
Este edificio, como muchos ejemplos cercanos, se compone de un imponente cuerpo principal, de cuatro niveles de 250m² cada uno, sobre el que se flanquea una imponente torre del homenaje de planta cuadrada, llamada torre-habitación. Las salas de la mazmorra son esencialmente las cámaras de los señores.
Con una altura de 36 metros, seguramente en su origen estaba cubierto por una valla protectora, como lo demuestran los canecillos situados en la parte superior de las fachadas. En el apogeo medieval del sitio, un imponente sistema de fosos de tres abismos rodeaba y protegía el castillo y su iglesia.
El castillo de Termes d'Armagnac vio crecer al ilustre Thibaud de Termes, nacido en 1405. Como hermano menor, pasó muy poco tiempo en el castillo y suponemos que cuando se acercaba a los 12 años, dejó la residencia patriarcal para convertirse en caballero y se alistó muy joven en el ejército de Carlos VII contra la invasión inglesa. Compañero de armas de Juana de Arco durante la Guerra de los Cien Años, de 1337 a 1453, su carrera militar continuó después, y fue coronado con el título de Gran Bailío (representante de la autoridad real) de Chartres y de la región de Chartres.
El castillo sufrió numerosas transformaciones entre los siglos XIII y XXI. Permaneció en la familia Armagnac-Termes y sus descendientes desde su construcción hasta la Revolución Francesa, cuando fue vendido como bien nacional en subasta al Maitre Lajoye, notario de Nogaro, quien comenzó a utilizarlo como cantera de madera y piedra. Luego vendido al antiguo magistrado, Olivier de Maignon de Roques, sus descendientes acabaron derribando el edificio principal, hasta abandonar el castillo.
En 1960 fue adquirido por el municipio, que inició su restauración, dejándolo en manos de las asociaciones para asegurar sus actividades. El sitio fue clasificado como monumento histórico en 1962, la primera de muchas etapas en la preservación del patrimonio de Termes d'Armagnac.
